ARTRITIS


La artritis es la inflamación de una articulación o más. Los principales síntomas de la artritis son dolor y rigidez de las articulaciones, que suelen empeorar con la edad. Los tipos más frecuentes de artritis son la artrosis y la artritis reumatoide. El término artritis significa literalmente inflamación de las articulaciones (artr = articulación, itis = inflamación) Existen más de 100 tipos diferentes de artritis y enfermedades asociadas, entre las que se incluyen enfermedades que afectan los huesos, los músculos, las articulaciones y los tejidos que las sostienen. La artritis provoca dolor y rigidez. La artritis puede afectar a personas de cualquier edad. La artritis afecta a uno de cada seis estadounidenses. Los signos de advertencia de la artritis pueden incluir dolor, hinchazón (a veces), rigidez o dificultad para mover una articulación. Debe consultar a su médico si presenta estos síntomas durante dos o más semanas. Existen diversos tratamientos que permiten reducir el dolor y la rigidez. La Arthritis Foundation audazmente busca la cura de la causa #1 de discapacidad en el país, mientras apoya la lucha contra la artritis mediante recursos trasformadores de vida, ciencia, defensa y conexiones comunitarias.
La artrosis hace que el cartílago, el tejido duro y resbaladizo que recubre los extremos de los huesos donde forma una articulación, se rompa. La artritis reumatoide es un trastorno autoinmunitario que afecta, en primer lugar, el revestimiento de las articulaciones (membrana sinovial). Los cristales de ácido úrico, las infecciones o las enfermedades de fondo, como la psoriasis o el lupus, pueden provocar otros tipos de artritis.
AGENTE CAUSAL



La artritis se produce cuando tu sistema inmunitario ataca el sinovio, el revestimiento de las membranas que envuelven las articulaciones.
La inflamación que esto produce engrosa el sinovio, lo cual, con el tiempo, puede destruir el cartílago y el hueso que están dentro de la articulación.
Los tendones y ligamentos que mantienen unida la articulación se debilitan y se estiran. Gradualmente, la articulación pierde su forma y su alineación.
Los médicos no saben qué dispara este proceso, pero parecería ser probable que haya un componente genético. Si bien los genes no provocan realmente artritis reumatoide, pueden hacer que la persona sea más vulnerable a los factores ambientales —tales como la infección por determinados virus y bacterias—, que pueden disparar la enfermedad.
-Dado que existen más de 100 tipos diferentes de artritis y enfermedades asociadas, probablemente existan diversas causas. Las causas de la mayoría de los tipos de artritis son desconocidas.
-Es imposible prevenir ciertos factores que aumentan el riesgo de desarrollar artritis. Dichos factores incluyen:
-Material genético que se hereda de los padres
-Un defecto en el sistema inmunológico, que normalmente protege al organismo contra la invasión de bacterias y virus.
-En algunos casos, es posible que el sistema no responda de manera adecuada a la infección y, en cambio, ataque a los tejidos propios del cuerpo.
-Un defecto en el cartílago o en la unión de las articulaciones.
-Una bacteria, un hongo o un virus que puede infectar las articulaciones.
SINTOMAS



Los síntomas o signos de advertencia de la artritis más comunes que se manifiestan en las articulaciones o en la zona que las rodean son cuatro. Si tiene alguno de estos síntomas, y especialmente si persisten durante más de dos semanas o un período más prolongado, es importante que consulte a un médico. Los síntomas son:
-Dolor.
-Rigidez.
-Hinchazón (a veces)
-Dificultad para mover una articulación.
TRATAMIENTO


El tratamiento de la artritis reumatoide engloba dos tipos de fármacos: los que se utilizan para aliviar el dolor (antiinflamatorios y corticoides), y los que sirven para modificar la enfermedad a largo plazo. Estos últimos pueden ser efectivos semanas e incluso meses después del tratamiento.
Los medicamentos que se utilizan para tratar la artritis varían según el tipo de artritis. Los medicamentos más frecuentes para la artritis comprenden: Analgésicos. Estos medicamentos ayudan a reducir el dolor, pero no tienen ningún efecto sobre la inflamación. Los ejemplos comprenden el paracetamol (Tylenol u otros), el tramadol (Ultram, Ultracet u otros) y los opiáceos que contienen oxicodona (Percocet, Oxycontin u otros) o hidrocodona (Norco, Vicoprofen u otros).
Medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE). Los AINE reducen tanto el dolor como la inflamación. Los AINE de venta libre son el ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) y el naproxeno sódico (Aleve). Algunos tipos de AINE solo están disponibles con receta médica.
Los AINE orales pueden provocar irritación estomacal, y algunos pueden aumentar el riesgo de ataque cardíaco o de accidente cerebrovascular. Algunos AINE también están disponibles como cremas o geles, que pueden frotarse sobre las articulaciones. Contrairritantes. Algunas variedades de cremas y ungüentos contienen mentol o capsaicina, el componente de los pimientos picantes. Frotar estas preparaciones en la piel sobre la articulación que duele podría obstaculizar la transmisión de las señales de dolor de la articulación.
Medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD). A menudo usados para tratar la artritis reumatoide, los DMARD demoran o detienen el ataque del sistema inmunitario a las articulaciones. Los ejemplos comprenden el metotrexato (Trexall) y la hidroxicloroquina (Plaquenil).
Modificadores de la respuesta biológica. Generalmente utilizados en combinación con los DMARD, los modificadores de la respuesta biológica son medicamentos manipulados genéticamente que captan varias moléculas de proteína que afectan la respuesta inmunitaria. Los ejemplos son el etanercept (Enbrel) y el infliximab (Remicade).
Corticoesteroides. Esta clase de medicamentos, que comprende la prednisona y la cortisona, reduce la inflamación e inhibe el sistema inmunitario. Los corticoesteroides pueden tomarse por vía oral o pueden inyectarse directamente en la articulación que duele.
PREVENCION




Fortalezca los músculos que rodean las articulaciones, especialmente los de la rodilla; esto permite reducir el riesgo de desgaste de la articulación y prevenir lesiones. Haga ejercicio regularmente para fortalecer los músculos que rodean las articulaciones, además de ayudar a aumentar la densidad ósea.

Mantener un peso corporal adecuado o adelgazar, si se trata de una persona con exceso de peso, puede reducir el riesgo de desarrollar osteoartritis en las rodillas y, posiblemente, en las caderas. Lea nuestras páginas de Dieta y Nutrición
• En el caso de los hombres, se debe evitar el aumento excesivo de peso durante los primeros años de la edad adulta para reducir el riesgo de desarrollar gota.
• El tratamiento precoz de la infección de garganta causada por estreptococos ayuda a prevenir el desarrollo de fiebre reumática (una enfermedad que puede producirse como respuesta a la bacteria estreptocóccica).
Evitar las picaduras de garrapatasb> y recurrir al tratamiento precoz en caso de erupción cutánea puede reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Lyme.
• Trate de impedir lesiones en las articulaciones y procure no realizar movimientos repetitivos que pudieran dañar u ocasionar lesión en las articulaciones.
• Hable con su médico sobre suplementos vitamínicos y minerales. Poseer insuficientes niveles de vitamina D baja la cantidad de calcio que puede absorber el cuerpo. Esto, aunado a bajos niveles de calcio con la edad puede contribuir a la osteoporosis
Fortalezca los músculos que rodean las articulaciones, especialmente los de la rodilla; esto permite reducir el riesgo de desgaste de la articulación y prevenir lesiones. Haga ejercicio regularmente para fortalecer los músculos que rodean las articulaciones, además de ayudar a aumentar la densidad ósea. El ejercicio puede disminuir el desgaste de sus articulaciones, con lo cual puede prevenir lesiones y disminuir el riesgo de osteoartritis. Más aún, una mayor densidad ósea puede evitar la osteoporosis.
• Si es mujer que ha pasado por la menopausia, consulte con su doctor sobre la terapia de reemplazo hormonal. Muchas mujeres pierden hueso durante los años alrededor de la menopausia, cuando sus ovarios dejan de producir estrógeno. Una de las funciones del estrógeno es ayudar a mantener el calcio en los huesos y conservar la masa ósea. Un bajo nivel de estrógeno es la causa principal de osteoporosis en mujeres después de la menopausia.
Evite fumar y limite su consumo de alcohol para ayudar a evitar la osteoporosis. Ambos hábitos debilitan la estructura ósea, con lo cual aumenta el riesgo de fracturas


Abajo hay un video informativo de que es y como se ocaciona la artritis:




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