Descripción general
Un calambre muscular es una contracción repentina e involuntaria de uno o más músculos.Aunque por lo general son inofensivos, los calambres musculares pueden imposibilitar temporalmente el uso del músculo afectado.
Agente Causal
El uso excesivo de un músculo, la deshidratación, la tensión muscular o el solo hecho de mantener una posición por un período prolongado pueden causar un calambre muscular. Sin embargo, en muchos casos no se sabe cuál es la causa.
Si bien la mayoría de los calambres musculares son inofensivos, algunos pueden estar relacionados con enfermedades no diagnosticadas, tales como:
_Suministro de sangre inadecuado.
_Compresión de los nervios.
_Disminución de minerales.
Síntomas
La mayoría de los calambres musculares se manifiestan en los músculos de las piernas, en particular, en la pantorrilla. Además del dolor repentino y agudo, es posible que también sientas o veas un bulto duro de tejido muscular debajo de la piel.
Cuándo consultar al médico
Los calambres musculares usualmente desaparecen por sí solos y raramente son lo suficientemente graves como para justificar la atención médica. Sin embargo, consulta a tu médico si los calambres:
_Causan molestia intensa
_Están relacionados con la hinchazón, enrojecimiento o cambios de la piel en las piernas
_Están relacionados con la debilidad muscular
_Suceden a menudo
_No mejoran con cuidado personal
_No están relacionados con una causa obvia, por ejemplo, ejercicio extenuante
Factores de riesgo
Algunos de los factores que aumentan el riesgo de calambres musculares son:
Edad:
Las personas mayores pierden masa muscular, por lo que el músculo restante puede sobreexigirse con más facilidad.
Deshidratación:
Con frecuencia, los atletas que se fatigan y deshidratan al practicar deportes en climas cálidos padecen calambres musculares.
Embarazo:
Los calambres musculares también son frecuentes durante el embarazo.
Afecciones:
Puedes tener más riesgo de sufrir calambres musculares si tienes diabetes o trastornos nerviosos, hepáticos o tiroideos.
Prevención
Estas medidas pueden ayudar a prevenir los calambres:
Evita la deshidratación.
Bebe abundante líquido todos los días. La cantidad depende de lo que comas, de tu sexo, del nivel de actividad, del clima, de tu salud, de tu edad y de los medicamentos que tomes. Los líquidos ayudan a que los músculos se contraigan y relajen, y mantienen las células musculares hidratadas y menos irritables. Durante la actividad, reabastece los líquidos a intervalos regulares y continúa bebiendo agua u otros líquidos después de terminar.
Elonga tus músculos.
Elonga antes y después de usar cualquier músculo por un período prolongado. Si tienes tendencia a tener calambres en las piernas por la noche, elonga antes de acostarte. Hacer ejercicio ligero, como usar la bicicleta fija por unos minutos antes de acostarte, también puede ayudarte a prevenir los calambres mientras duermes.