La Artrosis es uma enfermedad que suele ser molesta,aparece normalmente con la edad cuando el deterioro progresivo de los cartílagos deja las articulaciones expuestas al rozamiento de los huesos. Se suele producir en espalda (región lumbar), en las caderas, rodillas y en los dedos de pies y manos.Suele dificultar el andar pero…¿por qué?
Lo que ocurre es que nuestra autonomía funcional está formada por la unión de dos huesos a través de la cápsula articular. En el interior de las mismas existe, generalmente, un fluido llamado líquido sinovial que es producido por la membrana sinovial. Cuando este cartílago articular se lesiona, se produce dolor, rigidez e incapacidad funcional, y esto ocurre con la artrosis
La artrosis puede conducir a una serie de síntomas tales como:
La condición puede ser muy dolorosa. Las víctimas de artrosis comúnmente experimentan en la articulación afectada. El dolor aparece cada vez que se usa la articulación y disminuye con el descanso.
La persona también puede experimentar una firmeza inusual en la articulación en ausencia de la funcionalidad adecuada del cartílago. La articulación se vuelve más rígida y rígida con el tiempo.
El uso del cartílago puede provocar inflamación en la articulación afectada. La articulación inflamada puede ser muy dolorosa por la noche.
El CALCIO es el principal componente mineral de los huesos. Juega un importante papel biológico en la actividad muscular y es necesario para el buen funcionamiento del corazón y el sistema nervioso. También interviene en la coagulación sanguínea.
El hueso es el lugar de almacenamiento del calcio del organismo y cede continuamente calcio a la sangre, que lo distribuye al corazón, al músculo y al sistema nervioso. Cuando no hay suficiente calcio en la sangre, el organismo lo toma del hueso; el calcio del hueso es repuesto al tomar alimentos ricos en calcio en la dieta, y así se mantiene el equilibrio entre la sangre y el hueso.
Los suplementos de calcio se emplean en pacientes que no obtienen el calcio necesario de la dieta o que tiene un aumento en los requerimientos de calcio.
Mantenerse activas protege las articulaciones y aumenta la fuerza de los músculos. Los deportes que van bien son los aeróbicos (caminar, nadar, ir en bici...); por el contrario, aquellos que requieren carga o fuerza pueden acabar por sobrecargar las articulaciones. ¿Cuánto ejercicio hay que realizar? Alrededor de 45 minutos diarios de caminata intensa. Además, existen ejercicios específicos para cada articulación afectada por artrosis (solicítalos a tu médico de cabecera y hazlos a diario).
No es contradictorio con lo anterior, ya que la artrosis es una enfermedad que cursa con periodos intermitentes de dolor agudo y en esas fases conviene no excederse con el movimiento y guardar cierto reposo (lo mismo que también se recomienda intercalar momentos de descanso durante la realización de las actividades diarias).
El motivo es obvio: supone más peso que las articulaciones han de soportar. La obesidad, como explican en la SER, es una de las causas más importantes de la artrosis y hace que avance de forma más rápida. Sigue la dieta mediterránea (prioriza las verduras, frutas, legumbres y proteínas blancas -pescado y carnes magras-). ¿Existen alimentos prohibidos en esta enfermedad? No, es la respuesta de los expertos de la SER.
Aunque, en general, el calor beneficia más frente a la artrosis, ambos van bien: el calor calma el dolor y el frío la inflamación. Puedes aplicarlos con una manta eléctrica, una bolsa de agua caliente, hielo envuelto en una toalla o pasarte la ducha de agua fría por la zona (sécala bien, que no quede humedad).
No cojas pesos excesivos (lleva un carrito de la compra, por ejemplo), procura no caminar por terrenos accidentados y no pasar mucho tiempo de pie para no cargar las rodillas.
Si te han diagnosticado artrosis lumbar, de cadera o de rodillas, debes usar un calzado de suela gruesa para que absorba y amortigüe el impacto del pie sobre el suelo (también lo consigues incorporando plantillas o taloneras de silicona en tus zapatos)